Para qué esperar...

...si aún te tengo.

Para qué dejar que el tiempo pase, si aún puedo decírtelo.

Para qué guardar mis sentimientos, en vez de decírtelo.

Para qué esperar a que la vida no me permita hacerlo...

Por eso quiero ahora, en este preciso momento decirte cuánto te quiero.

Para qué esperar a recordar esos momentos, cuando ahora podemos recordarlos juntas...

Recuerdo mis siestas junto a tu cama, en la improvisada que hacías para mí con esas dos sillas de madera...

Recuerdo cuando nos dormíamos algunos primos en el mismo sofá cama y tú te acostabas con nosotros y te ponías a roncar y montabas una sinfonía tú sola.

Recuerdo cuando te acompañaba a la plaza y te ayudaba con la cesta cogiéndola cada una de un asa.

Recuerdo mis desayunos para la guardería, mis bocaditos de galleta maria con manteca.

Recuerdo las tardes que me quedaba en casa y nos poníamos a comer pipas, yo saladas y tú de calabazas.

Recuerdo esas tardes viendo las cintas grabadas del chavo del 8.

Recuerdo cuando dábamos un paseo y siempre me comprabas algo en la tienda de los 20 duros...

Recuerdo tu memoria por tenerme siempre lacasitos para mi cumpleaños, Navidad...y mis mantecados artesanales...y mis galletas de coco...

Siempre recordaré tus comidas, los huevos en salsa, las papas guisás, tus lentejas (cuando no se te queman) y también recordaré tus dulces aunque no los coma.

Tus besos en el brazo, tus preocupaciones, tus historias, tus desahogos…

Ahora me doy cuenta de que no tengo recuerdos malos de ti, que sólo tengo buenos que son los que me quedarán.

No quiero perderte nunca pero sé que algún día tendrá que suceder, por eso no quería perder la oportunidad de demostrarte que TE QUIERO.